La bomba atómica aniquiló implacablemente adultos y niños sin distinción alguna: campesinos labrando sus campos, estudiantes excavando un refugio para protegerse de los ataques aéreos, madres preparando la comida del mediodía para la familia ...
Los que escaparon de la muerte por poco, cuando volvieron en sí vieron ante sus ojos una situación que les costaba creer. ¿Qué nos ha pasado? ¡¿Adónde habrá ido a parar la bella ciudad de Nagasaki?!
Cuentan que, después de estallar la bomba, la ciudad de Nagasaki se cubrió de nubes y oscureció. En este puesto se muestran las trágicas escenas a lo largo de la ciudad y se pueden ver los restos de objetos destrozados tal y como quedaron.