La Catedral de Urakami, entonces la más grande de Asia, estaba situada a sólo 500 metros al nornordeste del hipocentro de la bomba. Fue destruida casi totalmente y arrasada por el fuego. Lo único que de ella quedó en pie fue el muro exterior de ladrillos, el resto estaba en ruinas..
Junto con las ruinas se ha reproducido una pequeña parte del muro que quedó en pie en la parte sur de la Catedral. Las estatuas, expuestas a los rayos caloríficos y al fuego, quedaron ennnegrecidas. Las columnas se desplazaron de sus posiciones por el impacto de la explosión.
De las 4 estatuas de piedra expuestas, la de la derecha (de piedra) es llamada la “estatua de santa Inés”. La original se puede ver ahora en el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York.
También se puede ver otra parte de la pared actual cerca del lugar donde está el monumento conmemorativo del hipocentro, o sea, del lugar donde se lanzó la bomba. Está en el parque que se encuentra al salir del Museo de la Bomba Atómica. Si no lo ha visitado todavía, por favor, acérquese a verlo un momento.
